El Gobierno se prepara para unas elecciones con mayor participación e insumos más complejos (por Miguel Pavlovsky)

Por Miguel Pavlovsky

La crisis global en el suministro de papel, la salida a los lógicos protocolos impuestos por la pandemia y los comentarios de pasillo sobre una posible postergación de las PASO vienen haciendo que el área oficial a cargo de las elecciones 2023, la Dirección Nacional Electoral (DINE), esté tomando todos los recaudos posibles para asegurarse un desarrollo razonable del principal acto democrático de este año. Para muchos estos aspectos están pasando desapercibidos, pero no son menores ya que de acuerdo al cronograma, las Primarias serían el 13 de agosto y eso, en términos organizativos, es estar a la vuelta de la esquina.

El titular de la DINE, Marcos Schiavi, indicó que en el Ministerio del Interior esperan una mayor participación en las elecciones de este año teniendo en cuenta que «estamos de cara a un proceso electoral más parecido al del 2019 que al del 2021, en términos de la cuestión de la pandemia», y agregó que «hay que recordar que en la última elección votamos en plena ola de Covid, con lo cual había restricciones y protocolos que hicieron que se votara en distintos lugares, más espaciado y demás, por eso todo indica que en 2023 vamos a votar en una casi normalidad y también con una proyección de más participación».

Schiavi también afirmó en una entrevista radial que el eje central que manejan en el Gobierno Nacional es “asegurar la participación, que más argentinas y argentinos puedan votar y que lo hagan de manera segura”, haciendo todo lo posible para que exista una concurrencia amplia tanto de votantes como de autoridades de mesa.

Ante la consulta sobre una posible postergación de las PASO, el director del DINE aclaró que están trabajando en base al cronograma electoral vigente con «una elección nacional que va a ser la PASO en agosto, la General en octubre, y si hay ballotage en noviembre».

Al mismo tiempo, dejó en claro que “las cuestiones sobre lo normativo electoral se resuelven en el Congreso, con lo cual no hay nada que el Ejecutivo pueda hacer en ese sentido” y que, si eso sucediera, “afectaría a la Justicia Electoral porque achica los tiempos entre una PASO y la General” y aceleraría los procesos administrativos. También comentó que, en base al cronograma, las Primarias serían el 13 de agosto.

En cuanto al recuento de votos, el funcionario manifestó que no va a haber cambios con lo realizado en las elecciones legislativas del 2021, donde el Ministerio del Interior dio resultados en tiempo récord, y recordó que el escrutinio definitivo “estará a cargo de los Jueces Federales de cada uno de los distritos”.

Además, destacó la comunicación que se tiene con los apoderados de cada partido político porque si bien “consideramos que la DINE tiene una función muy importante al igual que la Justicia Electoral, las elecciones en Argentina no pueden ser pensadas sin la participación de los ciudadanos y los partidos”.

Sumado a esa ponderación, el titular de la DINE también aseveró que “el sistema tiene controles cruzados de distintos niveles y con distintos actores involucrados que hacen que sea confiable”, además de que una de las cosas positivas que tenemos como argentinos es que “el sistema electoral es muy robusto, donde los ciudadanos y los partidos políticos no desconfían del resultado”.

Con relación al trabajo que se viene realizando de cara a la elección, Schiavi aseguró que «el año pasado en total tuvimos reuniones vía zoom con más de 500 apoderados. Eso vía remota. Además, tenemos contacto bastante regular con los apoderados de los principales partidos porque consideramos que la DINE tiene una función muy importante».

En ese contexto, consideró que las elecciones en Argentina «no pueden ser pensadas si no se trabaja con el eje en la participación de los ciudadanos y los partidos políticos. Los partidos políticos en nuestro sistema tienen muchas responsabilidades y muchos roles vinculados a que el proceso salga bien y eso hay que destacarlo».

Por último, con respecto al padrón electoral, comentó que el año pasado la Cámara Nacional Electoral publicó el provisorio y que a mediados de abril estará disponible el definitivo.

Datos, pero también papel

Responder al aumento de los costos energéticos, asegurarse los suministros y tener planes de contingencia son parte del detrás de la escena de estos comicios. Es que en los últimos años el respaldo de datos y el suministro de energía se han transformado en piezas clave, sumado el asegurarse la suficiente cantidad de papel en tiempo y forma transformaron a éste último en un actor principal.

El complejo mercado global del papel padece una tormenta perfecta. Desde la pandemia, y más concretamente desde el inicio de la guerra de Ucrania, todo lo que tiene que ver con el sector papelero «se ha vuelto loco», según señalan distintas fuentes consultadas por el diario digital El Confidencial. En una industria totalmente globalizada y que depende de tantos actores, la cadena de suministros fue golpeada primero por los cierres y las cuarentenas, indicó el medio periodístico español, y ahora el aumento del precio de la energía ha acabado de volar todo por los aires.

La industria papelera es un mercado global, que necesita de materias primas, procesos de transformación complejos y que, además, consume muchos recursos en su fabricación, es el quinto en nivel de gasto energético. El proceso empieza con la celulosa, que se produce en todo el planeta con los troncos de peor calidad, aquellos que no se dedican a la industria maderera. Con la celulosa se hace papel, pero también cartón, sector en franco crecimiento. Es entendible así que se vivan momentos de crisis después de todo lo que ha pasado, añadió el medio.

Donde se ve los efectos es en algunos periódicos europeos, que empezarán a no salir en papel los lunes para reducir gastos, pero su impacto ha llegado también a las fábricas de billetes como la nueva sede del Imbisa (la empresa encargada de imprimirlos en España), que seguirá cerrada por falta de suministros. E incluso el caso de la Administración pública española y sus también próximas elecciones. Los primeros contratos sobre la compra e impresión de “papeletas” ya han empezado a mostrar la subida.

Volviendo al sur, para enfrentar estas incertidumbres, la DINE firmó en febrero un convenio con la Imprenta del Congreso de la Nación, que se sumó a uno similar rubricado el pasado mes de enero con la Casa de Moneda para la impresión de padrones y afiches para las elecciones 2023. Estos acuerdos directos apuntan a garantizar la calidad y los tiempos de entrega de las impresiones y de parte de los materiales necesarios para el proceso eleccionario de este año, en medio de la crisis global en el suministro de papel. Estos convenios además garantizan un costo unitario por debajo del que actualmente rige.

A principios de febrero se oficializó a través del Boletín Oficial el convenio por un monto de más de 270 millones de pesos entre la Dirección Nacional Electoral y la Imprenta del Congreso de la Nación para la prestación de un servicio de logística que incluye la provisión, impresión, empaquetado y posterior entrega de diversos materiales impresos para ser utilizados en las elecciones 2023.

Se trata, entre otros ítems, de: 667 mil afiches informativos, 790 mil carteles para identificación, 800 mil cuadernillos de hasta 40 páginas, 250 mil cuadernillos de hasta 16 páginas, 1 millón de folletos trípticos, 365.000 formularios de recibo de urnas, 365 mil formularios de recibo de útiles y más de 8 millones de formularios de voto y 900 mil credenciales.

La Imprenta del Congreso posee la idoneidad técnica y funcionalidad necesarias, contando con los medios y métodos indispensables para llevar a cabo la provisión del servicio requerido además de tratarse de una oferta que estaría siendo conveniente económicamente.

Este convenio se suma al ya suscrito con la Casa de Moneda, por más de 940 millones de pesos, para la prestación de un servicio de logística que incluye el servicio de procesamiento de archivos maestros, impresión de padrones electorales y provisión de elementos autoadhesivos de seguridad, para ser utilizados en las elecciones 2023.

Según información a la que se pudo tener acceso, la Casa de Moneda, aseguraría ejecutar las tareas de procesamiento de archivos maestros e impresión de padrones electorales como lo viene haciendo en forma ininterrumpida desde las elecciones del 2011, y proveerá las fajas y rótulos autoadhesivos de seguridad, tratándose de un material crítico para el correcto desarrollo de los comicios, al contar con los recursos y tecnologías requeridas para su confección.